Los motivos de Locos por la tipo
El curso es una introducción al estudio de la tipografía a través de la historia de la aparición de la escritura prealfabética y alfabética; con esto el alumno comprenderá al signo visual como entidad básica y al sistema de signos como unidad de entidades; conocerá con detalle el desarrollo instrumental-tecnológico en los sistemas de signos de escritura así como las capacidades fáctico-sensibles y expresivas para el trazado y diseño de los signos alfabéticos.
Asimismo se les dará una introducción al diseño de sistema de signos, sus reglas, articulaciones, estructuras y modelos.Se buscará la comprensión del concepto de espacio gráfico: sus cualidades y calidades para el hecho comunicacional.
Como conocimientos previos el alumno deberá entender a fondo lo que es el diseño gráfico, utilizar recursos propios del diseño.
miércoles, 16 de febrero de 2011
Ex libris. Trabajo para fin de mes
Estimados y bien ponderados alumnos de Tipo I. Estas son las características de que deben guardar como mínimo sus ex libris.
1. Debe llevar su nombre o las siglas de éste.
2. Un elemento gráfico distintivo de su personalidad.
3. Medir no más de tres pulgadas de alto.
4. Diseñarse pensando en su impresión a una tinta.
La idea principal es que también apliquen ligaduras y caligrafía en este ejercicio. Les sugiero que no hagan trazos muy delgados y lo tracen lo más simple posible. Recuerden que lo vamos a copiar sobre una papa, así que entre más burdo, mejor.
Ex libris para los de Tipo I
Mucho antes de saber lo que era un ex libris ya tenía la costumbre de dejar mi impronta personal sobre cada libro que conseguía. Primero lo hacía del modo más “rústico”, la firma, tan informal, tan poco uniforme; después me regalaron un sello personal, mucho más limpio pero algo insípido (seguía conteniendo sólo mi nombre). Desde hace unos años, y haciendo uso de las fuentes artísticas familiares, confecciono de forma casera ex libris con estampas que renuevo cada tanto. Sin darme cuenta he seguido el camino natural de esta señal de propiedad y ya es una costumbre que he convertido en obligación: ningún libro ocupa mi biblioteca sin recibir antes su ‘marca de fuego’.
Literalmente ex libris significa de entre los libros y con este término nos referimos a las marcas de propiedad (una estampa, una etiqueta o un sello) que se suelen colocar en el reverso de la cubierta de un libro y que incluyen el nombre del dueño o de la biblioteca a la que pertenece el ejemplar. Por lo general, al nombre del propietario lo precede la expresión ‘ex libris’, aunque existen variantes como ‘ex bibliotheca’, ‘e-libris’ u otras menos formales (‘Soy de…’).
Se considera que el primer antecedente del ex libris es una placa de barro cocido y esmaltada cuyos jeroglíficos apuntan al faraón egipcio Amenhotep III (siglo XV a.C.) como su propietario. Supuestamente fue utilizada como marca en los estuches de los rollos de papiro de su biblioteca. En la actualidad se halla en el Museo Británico.
Durante la Edad Media los ex libris más difundidos consistían en anotaciones manuscritas en los códices. Recordemos que, por aquel entonces, la producción de un libro era una tarea ardua, meticulosa y lenta, de ahí que los monjes fuesen tan celosos con los tomos que tanto esfuerzo les suponían. Eran comunes las inscripciones solicitando la devolución del libro al propietario:
En una primera etapa (siglos XV al XVIII) predominaron los de tema heráldico, dado que los que podían acceder al mundo del libro (al margen de la Iglesia y de la realeza) solían ser miembros de familias nobles. Desde el siglo XVIII comenzaron a destacar los alegóricos, con símbolos o emblemas. Los escudos fueron sustituidos por figuras alusivas al libro, a la temática de ese título en concreto, a la profesión de su dueño o a su pensamiento filosófico. La época dorada de estas marcas de propiedad se produjo durante el Modernismo (finales del XIX y comienzos del XX), con el auge de la bibliofilia y el coleccionismo.
En cuanto a la técnica empleada ha sido muy variada: desde la xilografía y la calcografía, a la litografía, la serigrafía y el fotograbado. En nuestra época la gran mayoría de los ex libris se diseñan por ordenador y se imprimen o se reproducen fotográficamente, aunque continúan usándose sellos de caucho y la estampación en relieve.
En España, el primer gran tratadista sobre el tema fue Mariano Pardo de Figueroa, bajo el seudónimo de Doctor Thebussem y destaca, como principal referencia, la escuela catalana, con artistas como Alexandre de Riquer, Joaquim Renart y Josep Triadó. Precisamente, a través de la Biblioteca Virtual Cervantes pueden recorrerse los números de la Revista Ibérica de Ex Libris que se publicó entre 1903 y 1906.
Con motivo del IV centenario de la publicación de la primera parte de ‘El Quijote’, y dentro de la Cátedra Cervantes de la Universidad de Castilla-La Mancha, se digitalizó la magnífica colección de ex libris cervantinos del doctor Gian Carlo Torre. A través de la web puede accederse a los más de 1.000 ejemplares, catalogados de forma exhaustiva.
Por su parte, la Real Biblioteca dispone de una interesante colección (también disponible desde la red), dividida en tres tipos: ex libris propios de la Biblioteca, ex libris personales de reyes y miembros de la Casa Real, y ex libris de bibliófilos cuyas colecciones fueron adquiridas o donadas.
Como se publicó en el primer número de la mencionada Revista Ibérica:
Tomado de: http://www.papelenblanco.com/coleccionismo/ex-libris-la-huella-personal-en-los-libros
Literalmente ex libris significa de entre los libros y con este término nos referimos a las marcas de propiedad (una estampa, una etiqueta o un sello) que se suelen colocar en el reverso de la cubierta de un libro y que incluyen el nombre del dueño o de la biblioteca a la que pertenece el ejemplar. Por lo general, al nombre del propietario lo precede la expresión ‘ex libris’, aunque existen variantes como ‘ex bibliotheca’, ‘e-libris’ u otras menos formales (‘Soy de…’).
Se considera que el primer antecedente del ex libris es una placa de barro cocido y esmaltada cuyos jeroglíficos apuntan al faraón egipcio Amenhotep III (siglo XV a.C.) como su propietario. Supuestamente fue utilizada como marca en los estuches de los rollos de papiro de su biblioteca. En la actualidad se halla en el Museo Británico.
Durante la Edad Media los ex libris más difundidos consistían en anotaciones manuscritas en los códices. Recordemos que, por aquel entonces, la producción de un libro era una tarea ardua, meticulosa y lenta, de ahí que los monjes fuesen tan celosos con los tomos que tanto esfuerzo les suponían. Eran comunes las inscripciones solicitando la devolución del libro al propietario:
Este libro pertenece a los monjes del monasterio de Santo Jacopo de Ripoli en Firenze. Quien lo coja, tenga la bondad de devolverlo pronto y sin ningún desperfecto. Este libro es mío.Otras, incluso, iban acompañadas de una serie de maldiciones para los amigos de lo ajeno. Como ésta encontrada en el templo de Daigoji (Japón):
Robar este libro cierra las puertas del Cielo, y destruirlo abre las del Infierno. El que tome este libro sin permiso será castigado por todos los dioses de Japón.Pero es a partir de la invención de la imprenta y de la técnica del grabado cuando el ex libris se convierte en lo que es hoy día. El más antiguo data de 1470 en Alemania. Los libros ya no eran exclusividad de los reyes y del clero, y los propietarios de las grandes bibliotecas deseaban dejar muy claro a quién pertenecían todos esos volúmenes, para ello requerían que cada volumen estuviese marcado con un ex libris pintado a mano. Son célebres las aportaciones de artistas de la talla de Durero, Holbein o Cranach.
En una primera etapa (siglos XV al XVIII) predominaron los de tema heráldico, dado que los que podían acceder al mundo del libro (al margen de la Iglesia y de la realeza) solían ser miembros de familias nobles. Desde el siglo XVIII comenzaron a destacar los alegóricos, con símbolos o emblemas. Los escudos fueron sustituidos por figuras alusivas al libro, a la temática de ese título en concreto, a la profesión de su dueño o a su pensamiento filosófico. La época dorada de estas marcas de propiedad se produjo durante el Modernismo (finales del XIX y comienzos del XX), con el auge de la bibliofilia y el coleccionismo.
En cuanto a la técnica empleada ha sido muy variada: desde la xilografía y la calcografía, a la litografía, la serigrafía y el fotograbado. En nuestra época la gran mayoría de los ex libris se diseñan por ordenador y se imprimen o se reproducen fotográficamente, aunque continúan usándose sellos de caucho y la estampación en relieve.
En España, el primer gran tratadista sobre el tema fue Mariano Pardo de Figueroa, bajo el seudónimo de Doctor Thebussem y destaca, como principal referencia, la escuela catalana, con artistas como Alexandre de Riquer, Joaquim Renart y Josep Triadó. Precisamente, a través de la Biblioteca Virtual Cervantes pueden recorrerse los números de la Revista Ibérica de Ex Libris que se publicó entre 1903 y 1906.
Con motivo del IV centenario de la publicación de la primera parte de ‘El Quijote’, y dentro de la Cátedra Cervantes de la Universidad de Castilla-La Mancha, se digitalizó la magnífica colección de ex libris cervantinos del doctor Gian Carlo Torre. A través de la web puede accederse a los más de 1.000 ejemplares, catalogados de forma exhaustiva.
Por su parte, la Real Biblioteca dispone de una interesante colección (también disponible desde la red), dividida en tres tipos: ex libris propios de la Biblioteca, ex libris personales de reyes y miembros de la Casa Real, y ex libris de bibliófilos cuyas colecciones fueron adquiridas o donadas.
Como se publicó en el primer número de la mencionada Revista Ibérica:
[los ex libris son] pequeñas obras de arte destinadas a marcar la posesión del libroUn camino más que seguir, curioso y fascinante, para recorrer la historia de ese objeto tan bello: el libro.
Tomado de: http://www.papelenblanco.com/coleccionismo/ex-libris-la-huella-personal-en-los-libros
martes, 15 de febrero de 2011
La Tipo según Locos por la tipo
Tipografía: Disciplina que estudia la técnica y la práctica artística para la comunicación a través de caracteres impresos.
domingo, 13 de febrero de 2011
Sobre ligaduras y ligueros
¿Qué son las ligaduras tipográficas?
"En tipografía una ligadura es un signo formado por la unión de dos o más grafemas que suelen o pueden escribirse también separados. El origen de las ligaduras está en la necesidad de economizar esfuerzo durante la escritura manual, en una época, la Edad Media, en que no existía ninguna forma de mecanización de la escritura. Cuando se introdujo la imprenta de tipos móviles, el deseo de fidelidad con respecto a la escritura manual obligó a adoptar muchos signos combinados. En la Biblia de Gutenberg, que imita el apretado estilo de los manuscritos centroeuropeos de la época, se emplean hasta trescientos signos distintos, entre versiones de las letras y ligaduras." (De Wikipedia)
¿Para qué se utilizan?
Las ligaduras, son habitualmente utilizadas por los diseñadores como un remedio a la mala adaptación entre pares de letras. los mas frecuentes son en los que la "f", se acerca demasiado a la "i" o la "l". La "t" también suele dar muchos problemas.Por este motivo, algunos diseñadores suelen utilizar la función automática de sustituir estos pares de caracteres problemáticos por ligaduras.
Pero se debe de tener cuidado, pues ninguna regla es absoluta, y puede que en algún caso en concreto, se nos presente algún tipo de problemas, como por ejemplo, en el caso de que justifiquemos un texto, si el programa modifica el tracking, la ligadura puede ser demasiado llamativa, y ser un grave error.
¿Cómo se deben emplear?
Desde el blog de "Letritas", os dejo un decálogo de factores a tener en cuenta a la hora de utilizar ligaduras. El resto del artículo, con ejemplos y demás, está en su web (muy recomendable!)
1. Que puedan reconocerse los caracteres que se unieron
2. Que no se formen otros caracteres
3. Que no agrave un problema por solucionar otro
4. Que respete el espaciado
5. Que respete el ductus (que tenga una fluidez el dibujo)
6. Que respete las dimensiones del alfabeto
7. Que no corte la palabra
8. Que respete el lenguaje de la tipografía
9. Que sea atractiva visualmente
10. Que potencie el diseño
¿Dónde encontrarlas?
Las ligaduras, suelen incorporarse en los paquetes tipográficos (sobre todo, opentype).
Tipografías muy famosas como "Adobe Caslon" o "ITC Avant Garde Gothic", tienen una gran cantidad de ligaduras disponibles. Para emplearlas, únicamente nos deberemos dirigir a la pestaña "símbolos" o "pictogramas" (en Illustrator e Indesign"), seleccionar el caracter que necesitemos y listo.
Por último, quiero mostraros dos logotipos muy famosos en los que, bajo mi punto de vista, en uno de ellos no se han aplicado bien las ligaduras.
El primero de ellos, de la "fnac", utiliza una muy discreta ligadura entre la "f" y la "n", que pasa totalmente desapercibida. En mi opinión, es una buena aplicación, que ha contribuido a mejorar el diseño del logo.
El segundo, de "Decathlon", no me parece tan apropiado.
Se produce un pequeño desajuste visual de la linea base, causado por la "CA", ya que al no llegar el asta de la "A" a la línea base, la "C" parece ser de menor tamaño que las demás, y además, demasiado pegada a la "E".
Eso por no hablar del tracking en general, porque las "DE" y las "LON" también están pegadas, unas más afortunadamente que otras...
A mí me gusta mas mi versión. También en Avant Garde, pero sin tanto "apretujamiento", y con la ligadura original de la Avant Garde, que sí que llega hasta la línea base con el asta de la "A". Ahí queda eso.
miércoles, 2 de febrero de 2011
Proyecto de caligrafía personal
El proyecto consiste en que desarrollen el alfabeto completo de su propia letra, sin importar cómo sea (si te gusta o no, finalmente es parte de tu personalidad).
Pasos
1. Ampliar el número de veces necesaria para sacar cada letra del abcecedario que tenga una altura de 1.25 pulgadas. Lo pueden hacer con apoyo de la copiadora.
2. Cuando completen las 27 letras las van a calcar con tinta negra sobre papel albanene o cualquier otro que sirva para lo mismo.
3. Cuando tengan el alfabeto final lo traspasarán en una sola hoja tamaño carta en tinta negra.
Pasos
1. Ampliar el número de veces necesaria para sacar cada letra del abcecedario que tenga una altura de 1.25 pulgadas. Lo pueden hacer con apoyo de la copiadora.
2. Cuando completen las 27 letras las van a calcar con tinta negra sobre papel albanene o cualquier otro que sirva para lo mismo.
3. Cuando tengan el alfabeto final lo traspasarán en una sola hoja tamaño carta en tinta negra.
Más caligrafía (proyecto de fin de mes)
Compañeros, no supe subir el PDF de los proyectos de caligafía (sorry :( ), así que se los mando por el e mail. Rous:)
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