Los motivos de Locos por la tipo


El curso es una introducción al estudio de la tipografía a través de la historia de la aparición de la escritura prealfabética y alfabética; con esto el alumno comprenderá al signo visual como entidad básica y al sistema de signos como unidad de entidades; conocerá con detalle el desarrollo instrumental-tecnológico en los sistemas de signos de escritura así como las capacidades fáctico-sensibles y expresivas para el trazado y diseño de los signos alfabéticos.
Asimismo se les dará una introducción al diseño de sistema de signos, sus reglas, articulaciones, estructuras y modelos.Se buscará la comprensión del concepto de espacio gráfico: sus cualidades y calidades para el hecho comunicacional.
Como conocimientos previos el alumno deberá entender a fondo lo que es el diseño gráfico, utilizar recursos propios del diseño.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Diseñar con tipos en dos dimensiones

Al diseñar en dos dimensiones (una página, por ejemplo), el diseñador tiene que tomar ineludiblemente diez decisiones al respecto del uso de la tipografía, a saber:

1. Tipo
2. Cuerpo
3. Color
4. Longitud de línea y blancos horizontales (espaciados interiores y exteriores)
5. Blanco vertical entre líneas (interlineado)
6. Alineación del texto
7. Articulación del párrafo,
8. Anchura de la columna
9. Posición del texto en la página
10. Formato
 
Nota: para encontrar la información completa de este tema, buscar en el libro marcado en la etiqueda.
 

domingo, 24 de abril de 2011

Las letras y sus estructuras

Las letras con estructuras parecidas deben diseñarse con formas relacionadas entre sí.
  • Existen letras redondas, tales como O Q C G S
  • Cuadradas redondas B P R D J U
  • Diagonales V A W Y
  • Cuadradas diagonales M N K Z U
  • Letras con lóbulos B P R S
  • Letras con lados abiertos E F L TR X K Z J
  • Letras anchas M W
  • Letras estrechas I J

domingo, 10 de abril de 2011

Variables en el diseño de tipos

El diseño de tipos es una actividad de matices. No se puede alterar demasiado la forma establecida porque se pues poner en juego la legibilidad. Dentro de las formas establecidas existen aún muchas variables. Tales variables se relacionan directamente con las siguientes características de los tipos:
1) Modulación.
2) Remates.
3) Peso.
4) Altura x y
5) Contraste.

El espaciado entre caracteres

Éste es un proceso arduo. El aspecto general de una composición debe ser ópticamente homogéneo.

El proceso de diseñar letras (tres)

Una vez trazado el juego completo de caracteres el siguiente paso es determinar los entornos izquierdos y derechos de cada letra.
El entorno es la distancia y los lados de fundición de un molde imaginario. Si todos los caracteres tuvieran la misma anchura se pudiera establecer un único espaciado, pero no es así, por lo tanto es importante crear los espaciados para que cada caracter tenga su espacio según su anchura, forma y densidad concreta.
Los espaciados no sólo se definen con los entornos. Existen diferentes tipos de contornos:
Tal es el caso de aquellos con lados abiertos o diagonales de las letras A, J, L, P, T, V, W, Y, 4, 7, f, j, r, t, v, w, y que son "problamáticos" porque sus estructuras deben extenderse hacia el espacio de las letras adyacentes a fin de evitar los espacios en blanco.
El proceso para encontrar el espaciado correcto ajustando las uniones entre caracteres se denomina kerning.

lunes, 28 de marzo de 2011

El proceso de diseñar letras (dos)

Cuando se ha determinado la idea gráfica base para una fuente, debe dársele la forma al juego de caracteres completo.

El paso siguiente es hacer pruebas con palabras, usualmente se utiliza:

hamburguefontsiv

Los caracteres completos de una nueva fuente en su primer fase debe contener letras, números, signos de puntuación, signos diacríticos y símbolos.

El proceso de diseñar letras (uno)

No existe un proceso único o correcto para crear una tipografía. La metodología es personal. Lo más difícil del proceso es encontrar la inspiración de la que surja la fuente.

Muchas de las nuevas fuentes surgen de las necesidades de públicos específicos.

En cualquier caso, con independencia de la motivación del diseño, cuando ha germinado la idea inicial el siguiente paso es diseñar algunas de las letras que establecerán la personalidad y proporción de una fuente. Tal es el caso de:
a, e, g, n, y la o minúsculas.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Ex libris. Trabajo para fin de mes


Estimados y bien ponderados alumnos de Tipo I. Estas son las características de que deben guardar como mínimo sus ex libris.
1. Debe llevar su nombre o las siglas de éste.
2. Un elemento gráfico distintivo de su personalidad.
3. Medir no más de tres pulgadas de alto.
4. Diseñarse pensando en su impresión a una tinta.

La idea principal es que también apliquen ligaduras y caligrafía en este ejercicio. Les sugiero que no hagan trazos muy delgados y lo tracen lo más simple posible. Recuerden que lo vamos a copiar sobre una papa, así que entre más burdo, mejor.

Ex libris para los de Tipo I

Mucho antes de saber lo que era un ex libris ya tenía la costumbre de dejar mi impronta personal sobre cada libro que conseguía. Primero lo hacía del modo más “rústico”, la firma, tan informal, tan poco uniforme; después me regalaron un sello personal, mucho más limpio pero algo insípido (seguía conteniendo sólo mi nombre). Desde hace unos años, y haciendo uso de las fuentes artísticas familiares, confecciono de forma casera ex libris con estampas que renuevo cada tanto. Sin darme cuenta he seguido el camino natural de esta señal de propiedad y ya es una costumbre que he convertido en obligación: ningún libro ocupa mi biblioteca sin recibir antes su ‘marca de fuego’.

Literalmente ex libris significa de entre los libros y con este término nos referimos a las marcas de propiedad (una estampa, una etiqueta o un sello) que se suelen colocar en el reverso de la cubierta de un libro y que incluyen el nombre del dueño o de la biblioteca a la que pertenece el ejemplar. Por lo general, al nombre del propietario lo precede la expresión ‘ex libris’, aunque existen variantes como ‘ex bibliotheca’, ‘e-libris’ u otras menos formales (‘Soy de…’).
Se considera que el primer antecedente del ex libris es una placa de barro cocido y esmaltada cuyos jeroglíficos apuntan al faraón egipcio Amenhotep III (siglo XV a.C.) como su propietario. Supuestamente fue utilizada como marca en los estuches de los rollos de papiro de su biblioteca. En la actualidad se halla en el Museo Británico.
Durante la Edad Media los ex libris más difundidos consistían en anotaciones manuscritas en los códices. Recordemos que, por aquel entonces, la producción de un libro era una tarea ardua, meticulosa y lenta, de ahí que los monjes fuesen tan celosos con los tomos que tanto esfuerzo les suponían. Eran comunes las inscripciones solicitando la devolución del libro al propietario:
Este libro pertenece a los monjes del monasterio de Santo Jacopo de Ripoli en Firenze. Quien lo coja, tenga la bondad de devolverlo pronto y sin ningún desperfecto. Este libro es mío.
Otras, incluso, iban acompañadas de una serie de maldiciones para los amigos de lo ajeno. Como ésta encontrada en el templo de Daigoji (Japón):
Robar este libro cierra las puertas del Cielo, y destruirlo abre las del Infierno. El que tome este libro sin permiso será castigado por todos los dioses de Japón.
Pero es a partir de la invención de la imprenta y de la técnica del grabado cuando el ex libris se convierte en lo que es hoy día. El más antiguo data de 1470 en Alemania. Los libros ya no eran exclusividad de los reyes y del clero, y los propietarios de las grandes bibliotecas deseaban dejar muy claro a quién pertenecían todos esos volúmenes, para ello requerían que cada volumen estuviese marcado con un ex libris pintado a mano. Son célebres las aportaciones de artistas de la talla de Durero, Holbein o Cranach.
En una primera etapa (siglos XV al XVIII) predominaron los de tema heráldico, dado que los que podían acceder al mundo del libro (al margen de la Iglesia y de la realeza) solían ser miembros de familias nobles. Desde el siglo XVIII comenzaron a destacar los alegóricos, con símbolos o emblemas. Los escudos fueron sustituidos por figuras alusivas al libro, a la temática de ese título en concreto, a la profesión de su dueño o a su pensamiento filosófico. La época dorada de estas marcas de propiedad se produjo durante el Modernismo (finales del XIX y comienzos del XX), con el auge de la bibliofilia y el coleccionismo.
En cuanto a la técnica empleada ha sido muy variada: desde la xilografía y la calcografía, a la litografía, la serigrafía y el fotograbado. En nuestra época la gran mayoría de los ex libris se diseñan por ordenador y se imprimen o se reproducen fotográficamente, aunque continúan usándose sellos de caucho y la estampación en relieve.
En España, el primer gran tratadista sobre el tema fue Mariano Pardo de Figueroa, bajo el seudónimo de Doctor Thebussem y destaca, como principal referencia, la escuela catalana, con artistas como Alexandre de Riquer, Joaquim Renart y Josep Triadó. Precisamente, a través de la Biblioteca Virtual Cervantes pueden recorrerse los números de la Revista Ibérica de Ex Libris que se publicó entre 1903 y 1906.
Con motivo del IV centenario de la publicación de la primera parte de ‘El Quijote’, y dentro de la Cátedra Cervantes de la Universidad de Castilla-La Mancha, se digitalizó la magnífica colección de ex libris cervantinos del doctor Gian Carlo Torre. A través de la web puede accederse a los más de 1.000 ejemplares, catalogados de forma exhaustiva.
Por su parte, la Real Biblioteca dispone de una interesante colección (también disponible desde la red), dividida en tres tipos: ex libris propios de la Biblioteca, ex libris personales de reyes y miembros de la Casa Real, y ex libris de bibliófilos cuyas colecciones fueron adquiridas o donadas.
Como se publicó en el primer número de la mencionada Revista Ibérica:
[los ex libris son] pequeñas obras de arte destinadas a marcar la posesión del libro
Un camino más que seguir, curioso y fascinante, para recorrer la historia de ese objeto tan bello: el libro.
Tomado de: http://www.papelenblanco.com/coleccionismo/ex-libris-la-huella-personal-en-los-libros